Ni siquiera ha sido electo como Procurador de Derechos Humanos el «ungido» tanto del Congreso como de la Presidencia de la República y Jorge De León Duque tiene ya mas impugnaciones que el actual y desprestigiado Ombudsman. La pregunta es ¿De que sirve elegir a un nuevo Procurador que está igual o peor de cuestionado que el anterior?
El Congreso de la República y en especial la Comisión de los Derechos Humanos deben dar marcha atrás en la terna electa ya que aún no la han presentado al pleno. Este organismo tiene la oportunidad de no desprestigiarse más. El problema lo tendríamos si presentan la terna actual al pleno y alguien ingresa una impugnación en contra de De León Duque, con lo que se paralizará la elección y el proceso sería irreversible, obligándolos a elegir a uno de los dos que quedan. Estos otros dos candidatos al parecer no gozan de la simpatía de nadie.
La Comisión tiene dos caminos: O saca de la terna a Jorge De León y escoge a cualquiera del resto de candidatos que participaron ó vuelve a elegir una nueva terna. Esta última opción debería ser la correcta e iniciar un nuevo proceso más transparente, sin condiciones, sin favoritismo ni presiones.
¿Por qué no debería ser De León Duque?: Primero, porque el Presidente de la República abiertamente indicó a su bancada en el Congreso que apoye a este candidato. Eso es un error grave, porque se entiende que el Gobierno de la República es el mayor violador de DDHH y si está a favor de un candidato, éste ya va comprometido. Segundo, hay que recordar que la actual Vicepresidenta de la República es la Secretaria General del Partido Patriota y por lo tanto, representa y maneja a la bancada dentro del Congreso. Tercero, ya varias organizaciones populares hoy han manifestado su rechazo a la actual terna y en especial a De León Duque, ya que en la tabla quedó en el puesto 8, lo que da a entender que «todo está arreglado». Cuarto, De León Duque es actual Diputado por el partido CREO, participa en sus reuniones y vota como tal. Este partido también tiene un representante en la Comisión de Derechos Humanos, algo que no garantiza imparcialidad al evento.
Con todo este nuevo proceso la única afectada es la Procuraduría de Derechos Humanos, pues en vez de prestigiarse, va en franco descenso a un agujero profundo de desprestigio, algo que los guatemaltecos no debemos permitir. Recordemos que en los últimos años su imagen ha estado más asociada a defender delincuentes que a proteger los derechos humanos universales.
El reto es grande, el reto es de todos y por lo tanto necesitamos un Procurador que inspire confianza, no uno que ingrese por la puerta de atrás cargado de cuestionamientos.
Guillermo Cacao Blog 